viernes, 31 de enero de 2014

7

Al día siguiente me levanté y continué con la rutina. Pero está vez no fue como siempre. Mi padre parecía bastante "contento". Me deseo buen día en el trabajo y todo. Como es normal, yo le pregunte que si le ocurría algo, pero el negó rotundamente. Continué mi camino y me dirigí al trabajo. Estuve buscando una solución durante todo el día en la cabeza, ¡incluso no fui a comer! Después, antes de pasar por mi casa me escaquee a un bar cercano, para desahogar un poco las penas. Cuando entré me empezaron a dar voces. ¡Borracho! ¡Ladrón! decían, o por lo menos eso escuchaban mis orejas. Yo tuve que responder:

-¡Qué pasa! ¿Eh? ¿No tenéis narices de decírmelo a la cara?

Nadie respondió. Yo continué como si anteriormente no hubiera escuchado nada y me dirigí a la barra. ¡Camarero! Un café irlandés, dije. No me hizo caso. ¡Camarero!

-¡¿Qué Quieres?!

-Un café irlandés por favor.

-Aquí no servimos alcohol.

-¿Y la gente que esta bebiendo cerveza?

-¡Ups! Me equivoqué. Quería decir que a la familia Jiménez lo la servimos alcohol.

-¿Y eso? -le contesté con bastante reproche.

-Porque tu hermano David tenía una deuda de mas de dos cientos euros y aún sigo esperando a que me pague, pero con eso de que está en la cárcel para que va a tardar. Si quieres priva, me pagas la deuda.

-Pues nada. Más vas a perder tú.

Me volví a mi casa y me quedé viendo la tele hasta que me quede dormido.

CONTINUARÁ

#ellobodelanoche
        

No hay comentarios: