lunes, 27 de enero de 2014

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-Nos hemos encontrado a su hermano desnudo y desorientado. A la vez llevaba un arma blanca en la mano.
-¿Con qué se está refiriendo diciendo "arma blanca".
-Pues un arma blanca se caracteriza por su capacidad de cortar, herir o punzar haciendo bastante esfuerzo.
-Vale y por cierto..... ¿no se encontraba nadie más con él?
-No, sólo se hallaba él en un coche empotrado contra un pino de grandes puntos situado al norte de la ciudad.
-Vale. En un segundo me encuentro allí con ustedes. Adiós.

Dejé caer el teléfono suavemente escuchando la voz del policía. Estaba pensando en dos cosas a la vez: qué se la habrá pasado a mi hermano por la cabeza para encontrase así y donde narices se encuentra mi padre. Después de una duchita rápida de unos 10 min y cogí el coche de mi padre para ir a el cuartelillo. Me fui por un camino por el que no había pasado nunca antes -pues cuando pasaba mi hermano las noches allí iba mi padre a recogerle-. Había grandes encinas por los lados de la carretera -por cierto, esta muy mal, solamente había baches y grietas durante la duración de esta- y estás parecían que podían llegar a tocar el cielo. También nos podíamos encontrar con extraños animales nunca vistos -por lo menos con mis ojos- comiéndose un ciervo que parecía haber sido la causa por la que os estoy contando todo esto -estoy en un atasco en esta carretera cochambrosa porque un camión se ha llevado por delante un animal bastante grande para lo común. Ya después de estar una hora retenidos, me puede abrir camino para llegar hasta mi destino, el cuartelillo, donde se encontraba mi hermano y su coche siniestro total. Antes de llegar, me paró un hombre con voz grave y de alta estatura. ¡Pero qué! Si era Gustavo, mi compañero de la autoescuela. Me preguntó que si era familiar de la persona que había dejado así el coche. Yo le asentí con la cabeza y el me dijo: "Pa´aberse matado". Me dijo que si quería restaurarle y yo le dije que podía hacer con él lo que quisiera, como si se le quería quedar para él, pues con el precio que me ofrecía podía comprar uno nuevo. Y zanjado ese asunto me dirigí a la comisaría y por el camino iba pensando que iba a ser de mi hermano. Pues la última vez me dijo mi padre que como le pillarán una vez más no se iba a librar de unos meses en prisión. Y allí estaba yo, di un paso, empujé la puerta y entré. Al verme los policías se levantaron y me dieron los buenos días.

CONTINUARÁ.

#ellobodelanoche
        

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