jueves, 30 de enero de 2014

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Ahora lo único que me entraba en la cabeza era una única cuestión ¿cómo se lo iba a contar a mi padre? Si se lo decía de forma brusca le podía dar algo o peor ¡morir! y si le decía cualquier mentira no se lo creería tan fácilmente. Tendría que buscar una buena escusa. Al llegar a la puerta de mi casa vi a padre que estaba sentado en el escalón de la puerta principal. Parecía que envejecía por momentos, pues cada día que lo veía tenía más arrugas y canas. Me bajé del coche de forma silenciosa, aunque sabía que se iba a enterar de que ocurría algo. Al llegar a su altura me agarró la pierna desde el suelo y me dijo que dónde estaba mi hermano David. Yo le dije amablemente que se había apuntado a un torneo de tenis que había en la localidad. Él me contesto:

- Jonathan, sabes que no me vas a engañar. Me lo han contado todo.

-¿Quiénes?

-No te puedo responder, pero te aseguro que lo que me decían era verdad. ¿Está..... tu hermano en la cárcel?

Yo bajé la cabeza pero el me volvió a preguntar y no me dejaba marchar. Yo le asentí con la cabeza y le dije que había hecho todo lo posible para que no ocurriera, pero que así fue. En ese momento pude ver como se le iba yendo la fuerza de la mano. Débilmente me dejó ir y empezó a llorar. Yo me metí en mi casa, subí hasta mi habitación y me tumbé encima de mi cama para poder continuar con mis pensamientos. Solamente quería que todo esto pasara rápidamente. Entonces cerré los ojos y me dejé llevar por mis sentimientos.

CONTINUARÁ

#ellobodelanoche
        

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