jueves, 30 de enero de 2014

6

Al día siguiente me levante. Parecía que me había quedado traspuesto la noche anterior en la cama. Todavía estaba todo muy confuso. Me levante, fui a la ducha y después bajé como era habitual a desayunar a la cocina, pero esta vez no fue como el día anterior. Mi padre ya se encontraba en la mesa y había preparado el desayuno, pero se había adelantado y ya había tomado su desayuno de tostadas con mermelada de fresa. Yo me senté. No nos dirigimos la palabra durante el tiempo que estuvimos en la mesa. Cuando me levanté para irme a trabajar. Me dijo que en que celda le habían llevado. Yo le ne ge con la cabeza y le contesté que todavía no sabía nada. Después me fui dando un portazo y esperando que con él se quedaran todas las cosas encerradas en la casa. El día en el trabajo no fue muy bien. Unos trabajadores, mejor dicho unos ex-trabajadores fueron a quejarse al jefe para reclamar que fueran re contratados. Este dijo que no, y se formo un revuelo... Después volví a casa y me encontré a mi padre donde le había dejado por la mañana, en la mesa del desayuno. Nada más sentirme me dijo:

-¿Has averiguado algo?

-No, todavía nada.

-Vale, pues me voy a quedar aquí un rato.

-¿Seguro qué estás bien? -le pregunté intrigado.

-Si hijo, tu vete a lo que vayas a hacer y despreocúpate de mí.

-Esta bien. Hasta mañana.

Espere unos segundos en suspense su respuesta me no dijo ninguna palabra. Yo subí a la habitación, me preparé, me metí en la cama y me quedé dormido.

CONTINUARÁ

#ellobodelanoche
        

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